La sirena ya suena,
el paso firme de una
marcha es apagada con el silbido
de un golpe seco al derredor,
las llaves ya fueron entregadas
y se debe continuar
la turba se junta a las
puertas para huir,
NO! por ahí no,
es lo mas lógico
pero se que no,
las puertas se abren,
Silencio,
MI nombre NO!
Callados,
Solo déjame aquí.
La oscuridad se apodera de todo
el brillo del rojo
en el suelo esparcido solo
se ve,
ya es hora salid
correr
muchos no lo lograron,
ni lo lograran,
cinco al costado
de rojo por lo derramado
advierten,
cuando veas el
sol
uno morirá,
continuad hacia el acantilado
el mar es el único lugar donde puedes salvar.