Ángel.-

Agosto 1986, llovía intesamente aquella noche,
Mariana era la respetada esposa de un político
en la ciudad, y ya tenia 8 meses de embarazo realmente
era un suceso ya que llevaban años intentando ser padres,
el trabajo de parto ya se había extendido por varias horas
y Mariana realmente estaba exhausta.
Por el pasillo del hospital impaciente caminaba de un lugar a otro
Christopher Numanth, político en ascendencia y futuro padre de la criatura
para él esto era un sueño hecho real ida, amaba a su esposa sobre todas las
cosas y daría lo que fuese por verla feliz sabia que un hijo terminaba por completar la familia que siempre había soñado. Aun recordaba cuando vio a Mariana por primera vez, llevaba un hermoso vestido color naranjo que hacia ver su piel de una palidez exquisita y resaltaba de sobre manera su cabello rojo, apenas la vio se dio cuenta que ella era la mujer con la cual quería compartir la vida.
La lluvia seguía y las horas pasaban, Christopher se impacientaba aun mas con cada tic-tac del reloj ubicado en la sala, cuando desde una de las puertas sale el doctor de Mariana y le indica que está todo listo para completar el parto y el podía pasar a ver como nacía su hijo, De manera torpe corrió a ponerse la bata en esos instante pensaba que el corazón se le saldría por el pecho la felicidad no podía ser mas, entro a la sala y ahí estaba mariana con el pelo enmarañado, unas ojeras marcadas por el cansancio y su piel mas pálida de lo normal aun así seguía siendo bella para él, ella al percibir a su marido le sonrió el tomo su mano y el parto continuo, al cabo de unos minutos todo estaba terminado Christopher era el padre de una hermosa niña de pelo rojizo como su madre la alegría en el corazón del padre fue explosiva pero solo duro unos segundos cuando le corto el cordón a su hija repentinamente Mariana Comenzó a morir la sala de parto paso a ser un lugar confuso las enfermeras trataban de ayudar pero mariana de apoco desvanecía solamente ella miro a su marido y dijo ... es hermosa... cuídala... Ángel... para cerrar los ojos y nunca volver.