miércoles, octubre 24, 2012
La niña se acerco lentamente al árbol que mecía sus hojas al son del tibio verano, apoyo su mano contra la corteza dura y seca y sintió dolor por lo que había sucedido, era tiempo ya de dejar aquel lugar, era tiempo de crecer. Ojos abiertos y bien despierto para contemplar aquel lugar que con los años se fue haciendo cada día mas de ella, cada año el árbol tenia mas hojas, hubo si, un año que el árbol marchito pero con el tiempo volvió a florecer. Grabados sobre el tronco las raíces sobresalían de la casi inexistente tierra. Ella miro otra vez, atravez de sus ojos, ya no era niña el árbol ya no era tan grande era tiempo de crecer. Con un pequeño respiro alzo su mano tomo la brocha y borro así aquel árbol que la acompaño por años que la vio llorar, la vio reír, el árbol no tenia culpa pero era tiempo de crecer.